Cómo evitar el sobrecalentamiento del power bank: Guía de seguridad

Recientemente se han llevado a cabo varias campañas de retirada masiva de bancos de energía, lo que pone de manifiesto los peligros ocultos que estos dispositivos pueden introducir en nuestra vida diaria. Si un banco de energía presenta un defecto de fabricación o se utiliza de manera incorrecta, puede convertirse en un “riesgo portátil”, sobrecalentarse o incluso incendiarse. Accidentes de este tipo ya han provocado emergencias en vuelo y quemaduras. Por eso es crucial comprender cómo prevenir el sobrecalentamiento del banco de energía y qué hacer si surge una emergencia.

I. Motivos del sobrecalentamiento de un banco de energía

1. Factores de carga y descarga

• Sobrecarga: Evita dejar tu banco de energía enchufado una vez que se haya cargado completamente. Aunque la mayoría de los modelos incluyen protección contra sobrecargas, mantenerlo enchufado de forma continua puede acortar la vida útil de la batería e incluso provocar hinchazón.
• Carga/Descarga rápida: Los avances en la tecnología de carga rápida permiten cargar y descargar más rápido, pero también aumentan el riesgo. Usar un cargador rápido para llenar el banco de energía, o utilizar su salida de carga rápida para tu teléfono, puede generar más calor que una carga estándar.
• Ciclo de vida de la batería: Verifica el número de ciclos de carga que soporta tu dispositivo. Con el tiempo, los ciclos de batería se desgastan, aumenta la resistencia interna y el dispositivo se calienta con más intensidad.

2. Riesgos ambientales y externos

• Condiciones de alta temperatura: Nunca almacenes o uses el banco de energía en ambientes cálidos, como dentro de un coche en verano. El calor excesivo puede provocar ignición espontánea o incluso explosión.
• Disipación de calor bloqueada: Si se usa en un espacio confinado o aislado, el calor puede acumularse más rápido de lo que se disipa, lo que aumenta significativamente el riesgo de fuga térmica.

3. Daños físicos

• Caídas y golpes:Aplastamientos, perforaciones o impactos fuertes pueden provocar cortocircuitos internos peligrosos, causando incendios o explosiones. Incluso una caída puede aflojar componentes internos y volverlo inseguro.
• Hinchazón y fugas:Si tu banco de energía está hinchado, eso indica que la batería está dañada. Incluso una pequeña carga o uso podría provocar un sobrecalentamiento peligroso.

4. Defectos de diseño y materiales

• Problemas con la calidad de las celdas: Muchas retiradas recientes han sido causadas por materiales de celdas de baja calidad. Con el tiempo, las membranas aislantes pueden fallar, causando sobrecalentamiento e incendios.
• Calor por carga inalámbrica: Los bancos de energía inalámbricos pierden más energía en forma de calor durante la carga. Las bobinas mal alineadas o una refrigeración deficiente pueden empeorar aún más el problema.

II. Cómo prevenir el sobrecalentamiento del banco de energía

1. No lo sobrecargues ni lo descargues completamente

• Detén la carga al 80–90 %: Desconéctalo cuando alcance aproximadamente el 80–90 % — no lo dejes cargando toda la noche.
• Recarga antes de agotarlo: Al utilizarlo, evita dejar que se descargue completamente. Recárgalo una vez que el nivel baje. Tanto la sobrecarga como la descarga profunda reducen la vida de la batería y aceleran su envejecimiento.

2. Asegura un entorno fresco y ventilado

• Manténlo alejado del calor: No lo guardes ni uses bajo luz solar directa, dentro de un coche cerrado ni cerca de calefactores o estufas. Las altas temperaturas aumentan drásticamente el riesgo de sobrecalentamiento e hinchazón.
• Déjalo “respirar”: Mantén libres de polvo las rejillas y puertos. Durante la carga, evita colocarlo sobre superficies blandas como camas o sofás que bloqueen el flujo de aire.

3. Evita escenarios de uso de alto riesgo

• Evita daños físicos: Guarda y transporta tu banco de energía adecuadamente — evita presión excesiva en mochilas, y protégelo del agua y caídas.
• Limita el uso intensivo diario: Cargar varias veces al día lo desgasta más rápido. Si está hinchado, emite ruidos o se mantiene caliente, ¡deja de usarlo!

4. Elige un banco de energía seguro y monitorea su ciclo de vida

• Compra modelos certificados: Selecciona bancos de energía que cumplan estándares de seguridad reconocidos e incluyan un sistema de gestión de batería sólido. Consulta las listas de retirada de productos defectuosos de agencias como la Comisión de Seguridad de Productos de Consumo de EE. UU. (CPSC) para evitar lotes problemáticos.
• Controla el ciclo y recicla correctamente: Sustituye tu banco de energía tras 3–5 años o cuando se acerque a su número de ciclos especificado. Si observas hinchazón o sobrecalentamiento, llévalo a un centro de reciclaje de residuos electrónicos — no lo tires en la basura doméstica.

III. Respuesta de emergencia ante sobrecalentamiento o incendio

1. Sobrecalentamiento sin llamas

• Desconéctalo y aíslalo: Desenchúfalo de inmediato para detener el aumento de temperatura. Trasládalo con cuidado (usa guantes o pinzas) a un lugar seguro como el suelo de hormigón o una bandeja metálica — lejos de personas y materiales inflamables.
• Déjalo enfriar de forma natural: Si la temperatura superficial está por debajo de los 60 °C, colócalo en un lugar abierto para que se enfríe. No uses agua, hielo o el refrigerador — podría causar cortocircuitos peligrosos. Si supera los 60 °C o ves hinchazón o humo, considéralo un riesgo de incendio.

2. Fase de incendio activa

• Desconecta y enfría con agua: Primero, desenchúfalo (si está cargando) para evitar una descarga eléctrica. Luego usa gran cantidad de agua u otro líquido no inflamable para enfriarlo continuamente. No dependas solamente de un extintor de polvo seco — podría apagar la llama visible pero no enfriar las celdas internas, lo que aumentaría el riesgo de reavivamiento.

3. Tras apagar el fuego

• Sigue observándolo: Después de extinguir las llamas, continúa vigilando el dispositivo. Sumérgelo en agua o arena durante al menos 1 hora para evitar que vuelva a prenderse.
• Deséchalo de forma segura: Un banco de energía quemado o hinchado contiene sustancias químicas peligrosas. Séllelo en un recipiente y llévalo a un centro de reciclaje de residuos electrónicos. Nunca lo arrojes a la basura común.

Como dispositivo que llevas contigo todos los días, la seguridad de tu banco de energía nunca debe subestimarse. Al elegir con cuidado, usarlo de forma segura, inspeccionarlo regularmente y conocer los pasos de emergencia, puedes reducir significativamente los riesgos de sobrecalentamiento e incendio.